El verano es la mejor época para visitar Islandia. Se despeja el frío, nacen los colores, la gente está de mejor ánimo porque el invierno se ha terminado y los paisajes islandeses se abren a nuestros sentidos.

hotel-gardur

La puerta de entrada es Reykjavik, ciudad que recibe muchos vuelos de bajo coste aunque en sí misma no es una ciudad barata y hay que saber organizarse para no gastar mucho. Un presupuesto acotado necesita buenas decisiones en materia de alojamiento, compras, atracciones y comida. Habiendo resuelto estos tópicos tenemos grandes chances de disfrutar de la capital de Islandia gastando poco dinero:

  • Alojamiento: la opción más barata es un hostel pero hay pequeños hoteles familiares que tienen buenas tarifas. El Hotel Garour (foto), tiene habitaciones dobles a 121 euros, por ejemplo, o la casa de huéspedes Snorri’s a un precio de 82 euros en verano. Te hablo de alojamientos en el centro, bien ubicados. El Garour Inn cuesta 42 euros nada más.
  • Museos: yo no soy bicho de museos, a mí me gusta caminar por las calles porque creo que allí está el verdadero tesoro. Pero puedes visitar tres museos con un solo pase de 9,50 euros: el Hafnarhús de arte contemporáneo, el Asmundarsafn de esculturas y el Kjarvalsstadir de pinturas nacionales.
  • Comida: nada de sentarse en un restaurante si no quieres que tu billetera muera así que una opción son los puestos de hot dogs y, si te alojas en un hotel, aprovechar al máximo el desayuno. Un puesto en particular resulta salvador para el turista, el Baejarins Beztu Pylsur: aquí un hot dog bien condimentado cuesta 2,75 euros.
  • Termas: Islandia tiene termas geniales, la Laguna Azul, por ejemplo, es un sitio estupendo, pero siempre hay gente y debes hacer reserva mucho tiempo antes. Lo cierto es que en la ciudad hay muchas piscinas públicas también, en el centro, y todas tienen una tarifa de alrededor de 5 euros por adulto.