Los ataques a las Torres Gemelas nos complicaron el paso por las aduanas de todos los aeropuertos del mundo y hoy estamos muchísimo más pendientes de los objetos que colocamos en nuestras maletas. Pero aún así, hay cosas que parecen totalmente inofensivas y que sin embargo, te voy avisando, no te dejaran pasar por las aduanas. Por eso, presta atención a esta lista porque muchos de esos objetos son souvenires clásicos de vacaciones.

aduana

  • Ajenjo: en otros tiempos el ajenjo era algo bastante tóxico y medio alucinógeno pero si bien el moderno ajenjo está muy lejos de sus orígenes todavía, en algunos países, es ilegal ingresar ciertos tipos de ajenjo. En especial las botellas que contengan 10 partes por millón o más de tujona, el componente tóxico clave. Por eso, si te traes a casa una botella de ajenjo lee con atención la etiqueta.
  • Plantas y artesanías: los jardineros amateurs suelen traer plantas, semillas o artesanías verdes para adornar sus casas y recordar sus vacaciones pero algunos países, Estados Unidos por ejemplo, revisan mucho todo este tipo de cosas y piden permisos que evidencien que esas plantas son inocuas. Si te gustan las plantas lo mejor es averiguar primero cuales son las regulaciones de tu propio país en este aspecto. Parece una tontería pero te vas a ahorrar problemas.
  • Marfil: el marfil sale de los elefantes y hubo y hay un gran comercio ilegal así que siempre debes contar con un certificado de tu compra. Todo necesita documentación, en especial si el objeto en cuestión tiene más de 100 años. Para las cosas mas nuevas las reglas suelen ser mucho más flexibles.
  • Antigüedades:  siempre te pedirán documentos pues hay un mercado negro de objetos de museos robados que da la vuelta al mundo.
  • Productos con carne: en el aeropuerto de Buenos Aires puedes comprar carne envasada al vacío, por ejemplo, y en otros tantos países se venden todo tipo de comidas y productos deshidratados que también incluyen carne, pero debes averiguar bien si te dejaran entrar todo eso en tu país antes de gastar dinero. Las regulaciones consideran que la carne tiene patógenos peligrosos así que muchas veces su ingreso está prohibido.