India es un destino económico no sólo a la hora de reservar alojamiento o realizar excursiones sino también al momento de sentarnos a la mesa.

Uno de los platos típicos de este país es el thali, una delicia 100% nacional sobre la que hay que conocer algunos detalles para entonces pagar poco dinero por ella.

Porque lo cierto es que hay varias versiones de thali pues se trata de un plato combinado y la calidad de las combinaciones tendrá incidencia en su precio. El thali más sencillo es aquél que se sirve en muchos restaurantes hindúes, el más básico y humilde, aquél que está compuesto por la clásica “roti” (una torta de harina de trigo que no lleva levadura) y pequeñas raciones de arroz y lentejas o dhal.

Puedes conseguir esta versión de thali en los mencionados restaurantes donde pagando apenas 50 céntimos de euro tienes garantizado el plato.

Sin embargo y como es de esperar, hay versiones mucho más sofisticadas y, por supuesto, más sabrosas. En algunos casos el thali incluye vegetales con curry u otras especias, patatas, pescado o pollo y salsas varias. También se incluye el “curd”, un yogurt que renueva la boca luego de comer esos sabores fuertemente especiados. Estas versiones son más difíciles de encontrar debido a que la dieta de la India reposa sobre los vegetales. Si quieres probarlos debes visitar los restaurantes de categoría.