Si estás buscando algún rincón de Francia para conocer, con encanto e historia, ¿qué te parece Estrasburgo? Esta antigua ciudad europea, viejo cruce de caminos del continente, está cerca de la frontera con Alemania y concentra historia, cultura y deliciosa gastronomía.
A Estrasburgo puedes llegar en tren, tanto desde París como desde Alemania, y si tu idea es sólo dar un paseo de 24 horas o menos dejas la mochila en el locker de la importante estación y listo (cuesta 4 euros el día). En los alrededores de la estación está el casco antiguo con el pintoresco canal bordeado de viejos edificios y cafeterías.
Caminar a la vera del canal es el mejor paseo si llegas por la mañana y desayunas en una de estas cafeterías, lo mejor para apreciar las culturas galas y germanas mezcladas, típico en un pueblo de frontera. Entre las atracciones turísticas de Estrasburgo está la Catedral de Notre Dame, construida en 1439 y realmente preciosa. Lo mejor es que no tiene tantos turistas y la visita es gratuita.
Puedes almorzar por entre 6 y 12 euros una tarte flambée, plato típico de Alsacia, con cebollas caramelizadas, jamón y crema, y seguir paseando. Lo siguiente en la lista de visitas es el Jardin de L’ Orangerie, un jardín precioso creado por uno de los paisajistas de Versalles y que tiene un lago con botes para pasear, si vas en verano. Finalmente, el sistema de transporte en Estrasburgo es muy bueno y el tranvía te lleva a todas partes si acaso no quieres caminar. Y claro, el alquiler de una bici también es una buena opción.
Al final del día ya puedes tomar el tren de regreso y conociste un sitio hermoso por realmente muy poco dinero.
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