Los cruceros recorren todo el mundo y mucha gente adora trepar a estos enormes barcos-hoteles de lujo para conocer varios puertos y divertirse a bordo. ¿Nunca hiciste uno y despiertas tu curiosidad? Hay ciertas preguntas frecuentes que cualquiera de nosotros se hace a ala hora de pensar en hacer un crucero así que lee con atención porque tal vez aquí encuentres las respuestas que estás buscando.

  • La empresa de cruceros me permite comprar el billete aéreo a través de ella, ¿es conveniente?: la práctica es frecuente pero te impide manejar los tiempos y ahorrar algo de dinero porque las opciones de vuelos brindadas por la empresa en general no son más de dos. La línea de crucero suele decir que esperará por tu vuelo, en caso de retrasos, pero eso en la práctica pocas veces ocurre, y además suele recargar el billete por el servicio extra.
  • La empresa ofrece programas de lealtad en los cruceros, ¿realmente se ahorra dinero con eso?: sí, porque suelen entregarse cupones de descuento u organizarse programas a bordo sólo para miembros y además tienes prioridad a la hora de embarcar. Lo mejor de todo es que hacerse socia es totalmente gratuito y lo puedes hacer online.
  • Si hago la reserva a través de una agente de viajes, ¿será más barato?: es posible porque los agentes tienen relaciones directas con las empresas de cruceros y logran ofertas a las que tu no tendrás acceso. Además, tienen mucho conocimiento sobre los viajes y son una gran ayuda.
  • ¿Las propinas son obligatorias?: aunque la ley en muchos países dice que no la mayoría de las líneas obligan a las propinas y ahora, para evitar problemas a bordo, las cargan directamente a la cuenta. Es un promedio de entre 6 y 15 dólares por persona por día. De todas formas conviene preguntar antes de reservar porque a veces no se cobran. También puedes dejar un extra al servicio de camarote si te atienden muy bien. En general las bebidas también se pagan aparte.
  • ¿Puedo no pagar las bebidas y comprarlas en algún puerto?: no, todas las botellas te serán retenidas hasta el final del viaje. Algunas líneas te permitirán beber una botella de vino o champaña a bordo pero te cobrarán por eso.