Basta con tener tiempo para pasar un día en Dublín e impregnarse de las bondades de esta fantástica ciudad. Y cuando llega la noche, es hora de disfrutar del auténtico espíritu irlandés en los numerosos sitios de entretenimiento. Es cierto que lo mejor sería quedarse al menos una semana en Dublin pero, a falta de tiempo, es hora de organizar un itinerario rápido para no perderse los mejores lugares nocturnos de la ciudad.

El circuito comienza en Liffey, una cervecería en donde se ofrecen cervezas de diferentes sabores que compiten con algunos pesos pesados como es el caso de la Guiness Stout. Luego es hora de visitar The Lobster Pot, un sitio famoso por sus pescados y mariscos. Este restaurante está situado en 9 Ballsbridge Terrace y como curiosidad se destaca la bandeja de pescado que diariamente el mesero muestra a los comensales para que conozcan la pesca del día.

Otro reducto de interés es las Bóvedas, que no es otra cosa que un lugar compuesto por un conjunto de bóvedas divididas en cuatro salas y en donde es posible disfrutar de la mejor música. En la pista, se realizan raves. Y siguiendo el camino de la música, es imperdible la visita a los estudios Windmill Lane, donde algunos grandes de la música como U2 o Van Morrison grabaron sus discos.