No sólo los paisajes definen la naturaleza de un país sino también su arquitectura, su cultura y su idiosincrasia. Las tradiciones juegan un papel clave a la hora de dar identidad a un pueblo y no hay mejor expresión que la danza para definir el espíritu de una nación.

Y así es como llegamos a algunos bailes tradicionales que marcan el ritmo de un país. Pasos que además generan admiración en los turistas extranjeros. En el caso de la Argentina, es común que los visitantes se acerquen a las tradicionales milongas de Buenos Aires para disfrutar de un espectáculo de tango, el ritmo más sensual y nostálgico de todos los tiempos.

En España, el ritmo se transforma en una pieza de flamenco, entonada con voz experta en lugares como Sevilla o Cádiz. La brújula luego nos traslada a Brasil donde los ritmos de los tambores nos invitan a mover el esqueleto. La capoeira es el baile típico, una danza que en sus comienzos era un arte guerrero. ¿El mejor lugar para apreciarla? Bahía.

Mucho más sensual y femenina, la danza del vientre invita a concentrarse en la cintura y las caderas de las mujeres que practican esta danza milenaria. Son muchos los lugares en donde se la baila sin embargo uno de los más tradicionales es Estambul.

El Hula Hula es el baile típico de la isla de Hawai, una danza que también es muy femenina, y en las calles de Cuba la salsa domina la escena, un ritmo alegre y muy divertido.