Ferrara puede ser comparada con Ámsterdam, al menos si hablamos de bicicletas. En esta pequeña ciudad del medioeveo conviven unas 100.000 bicicletas que permiten que sus 132.000 habitantes se muevan a diario por sus calles, una cifra que nos habla también sobre el modo de vida de quienes viven allí.

Pero además de bicicletas, Ferrara es de gran atractivo por varias razones, entre ellas su historia pues fue la primera ciudad moderna de Europa, pensada y diseñada por el urbanista y arquitecto Biagio Rosseti, en el siglo XIV. Situada junto al delta del río Po, los atractivos de Ferrara son muchos, comenzando por el castillo de San Michelle, también conocido como castillo Esténse. Este edificio de ladrillos está dominado por sus cuatro torres y compite en prestigio con la catedral de San Giorgio, que presenta una combinación del estilo románico y del gótico.

Ambos monumentos se encuentran en el casco histórico de la ciudad que fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1995. Los palacios abundan en esta ciudad, muchos de ellos son el Renacimiento, como el Palazzo Schifanoia, el Pazzo Costabili o el Palazzo dei Diamante. También merece la atención la muralla de 9 km. que aún se mantiene en pie y una visita al Delta del Po, una de las zonas más húmedas de Europa.