Las leyendas forman parte de la magia del norte de Huesca, en la entrada de los Pirineos y en la zona cercana al Monte Perdido. Este lugar merece la atención no sólo por su belleza sino por las historias que allí se cuentan.

El mito popular asegura que allí en la cima hay un palacio hechizado en el que murieron guerreros y traidores. Lo cierto es que es poco lo que podemos comprobar al llegar allí aunque el paseo habrá valido la pena si tenemos en cuenta que estaremos disfrutando de la belleza del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, declaradas Reserva de la Biosfera en 1977 y Patrimonio Mundial, por parte de la UNESCO.

El Parque además es Zona de Especial Protección para las Aves y el avistaje es una de las rutinas de los visitantes. En medio del amplio valle verde se asoma el Monte Perdido, con su cima situada a 3.355 metros de altura. Esta montaña predomina aunque está acompañada por otros picos, conocidos como Tres Sopores.

En el parque descansan cuatro valles y un lago, siendo el de Ordesa el más visitado y allí es posible disfrutar de las cascadas y el mirador de Calcilarruego. La Senda de los Cazadores es un recorrido que nos dejará con la boca abierta y las cornisas cercanas a la Faja de Pelay no son aptas para personas con vértigo.

El parque cuenta con 22 rutas para senderistas que permiten apreciar la flora y fauna autóctona. También existe una guía del visitante que permite a los turistas conocer palmo a palmo esta reserva natural para así no perderse de sus puntos de interés.