Tener un compañero de asiento molesto es lo peor que te puede pasar en cualquier viaje. No importa si viajas en autobús, tren o avión. Cuando te toca viajar sólo y ya sabes que compartirás asiento los minutos previos y posteriores a ubicarte en tu asiento son bien tensos. ¿Quién se acercará? ¿Aquella señora que come con la boca abierta? ¿El adolescente con un iPod sonando fuera de los auriculares? ¿El anciano? La tensión recién desaparece cuando ya sabes con qué lidiar durante el viaje.
¿Pero tienes siempre mala suerte? Entonces aquí te dejo algunos consejos útiles de cómo vértelas con un compañero de siento molesto:
. Evita el contacto ocular desde el comienzo. Aunque resulte poco simpático te puedes limitar a un “hola” vago sin mirarlo. Es la mejor forma de trasmitir que no quieres ser sociable.
. Aléjate lo más que puedas de la persona: no significa sentarse lejos sino simplemente voltear un poco tu torso para que sea tu hombro el que mire a tu compañero. Eso y decir “no me hablaes” es lo mismo.
. Ten a mano un objeto en el que enfocarte: un libro, un móvil inteligente, ponte a escuchar música, escribe.
. Cierra los ojos y reclina el asiento: aprovecha para tomar una siesta o escuchar música con los ojos cerrados. Si nada de lo otro ha dado resultado nadie se animará a despertarte.
. Puedes sonreír al saludar sin decir hola. Se trata de una sonrisa educada y nada más para volver inmediatamente a lo tuyo.
. Puedes dar respuestas cortas si es que te hablan.
Sí, ya se. Nada de esto te hace quedar como la persona más simpática del mundo.
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