Una de las ciudades más turísticas de Italia es Venecia. Miles de personas la visitan cada semana. Algunas van y vienen desde Florencia, por ejemplo, pues en Italia las distancias son muy cortas. ¿Pero tanto turismo no repercute negativamente en la ciudad? Sí.

Hace unos meses las autoridades de Venecia estaban especulando con cobrar una tasa turística, baja pero tasa al fin. Esa idea no prosperó. Lo mismo el rumor que corría hasta hace pocos días de que las maletas con rueditas estarían prohibidas debido a la contaminación sonora que su traqueteo por las calles, plazas y escaleras estaría produciendio. La multa, decía el rumor, sería de 500 euros. Una barbaridad.

Pero, finalmente rumores son rumores y la cosa no pasó a mayores, se quedó en las páginas de los periodicos locales de donde nunca debió haber salido. Tal vez alguien tuvo una intención más seria, cuando leemos las declaraciones oficiales pareciera que el rumor estaba un poco cerca de concretarse, pero la reacción inmediata ha dejado todo en el tintero.

Lo cierto es que yo prefiero la mochila a la maleta. En mi último viaje, en cotubre pasado, odié la maleta cada segundo, cada calle, cada cordón, cada escalón (todos los pisos estaban a más de 40 escalones de la calle). ¿Y tu?