París es una de las ciudades mas turísticas del mundo y hay mucho para ver y hacer pero para cumplir con todo siempre se necesita dinero y tiempo. Sin embargo, si no tienes mucho de lo primero puedes ingeniártelas para hacer más o menos lo mismo. ¿De qué se trata? De no ser exquisito y no seguir a la manada de turistas. Por ejemplo, todos queremos disfrutar de una vista de París desde un sitio mas alto, pero mientras muchos optan por trepar a la Torre Eiffel y pagar el ascenso tu puedes tomar el funicular hacia Montmartre y subir las escaleras hasta la punta de la basílica para gozar de una vista similar. Es más barato y no tienes porqué hacer tanta cola.

El Museo del Louvre  y la Catedral de Notre Dame también son muy concurridos y siempre hay gente esperando para ingresar. Por eso hay que planear la visita para los horarios menos frecuentes, los días de la semana por la mañana y por la tarde hay menos gente y mucho menos si encima vas en temporada baja. Es decir, en primavera y verano hay mas turistas que a fines del invierno o en otoño. ¿Invierno en París acaso no es muy gris y triste? Pues no, es bien romántico. Un día sin sol puede arruinar unas vacaciones en el Caribe pero no en París donde hay centros comerciales, museos, galerías y restaurantes. Además, los hoteles y los vuelos son mas baratos.

El Paris Pass es una buena opción si vas a quedarte mas de dos días pues te permite visitar 60 museos y demás atracciones además de viajar en el metro. Otra forma de ahorrar dinero es visitar los mercados de frutas y verduras. Allí se vende comida elaborada y resulta ser mas barato que sentarse en un restaurante. Y si quieres salir de bares o a comer fuera procura dar con lugares donde veas gente joven y sencilla, estudiantes o trabajadores, porque seguramente allí hay precios razonables. El barrio latino, Montmartre o Montparnasse, por ejemplo. Y por último, siempre puedes ahorrar dinero visitando atracciones de entrada gratuita.