Una de las visitas obligadas en París es visitar el Palacio de Versalles, por eso mismo siempre hay turistas, aunque hay que decir que el complejo palaciego es tan grande que caben todos. Aún así, un verano en París puede resultar tedioso para visitar el palacio y estar entre tanta gente hablando, moviéndose y tomando fotos.

Pero como es una de las principales atracciones en París es imposible pasarlo por alto. Así, he aquí algunos consejos para visitar el Palacio de Versalles… y no morir en el intento:

• Comprar el Pasaporte Versalles es una excelente opción. Te abre las puertas del palacio y los jardines y todas sus maravillas. Lo cierto es que cada uno de los rincones del palacio tiene su propio ticket y eso significa colas y gente, por eso el Pasaporte Versalles es la mejor opción. Ahorras tiempo y dinero, mucho más si vas en verano. Cuesta 18 euros un día normal y 25 euros los jueves, sábados y domingos que es cuando se enciende la fuente.
• Llega temprano. Va a haber mucha gente en la cola pero con paciencia serás de los primeros en entrar. Si a eso le sumas el tener ya el billete contigo, mejor, pasas más rápido el control de seguridad. Si no eres madrugón entonces puedes ir bien tarde, antes del cierre, pero ojo que cierra a las 6pm y si estás en la hilera todavía…
• Recorre todo Versalles. Hay rincones de Versalles más populares que otros, pero si vas con tiempo y ganas el consejo es que trates de recorrer más, siempre más. Y la ventaja es que hay mucha menos gente por esos lugares menos conocidos.
• Visita el Potager du Roi, el Jardín del Rey. Se trata del jardín personal de cultivo de vegetales del rey y según parece el diseño está casi igual al de los tiempos de Luis XV. Cuesta 3 euros nada más.
• Descanso a la vera del canal. Fuera de Versalles, pero muy cerca de los jardines, pasa el Gran Canal, y a su vera muchos turistas deciden descansar y armar un picnic.