Hay ciertos destinos exóticos en este mundo, lugares que no toda la gente frecuenta, sitios de una belleza peculiar donde el contacto con la naturaleza parece ser mas absoluto. Groenlandia es uno de ellos, un lugar inolvidable donde uno puede ver la aureola boreal, el sol de medianoche, ballenas, mucho hielo, deleitarse con un silencio de ultratumba o pasear en un típico trineo de perros siberianos.

Esto último es una experiencia inolvidable. En general uno está de pasajero pero también podéis ser conductor. Pues sí, solo se necesita hacer un par de días de curso de entrenamiento en Tasilaq para obtener una licencia y ponerse al mando de las riendas. Este tipo de paseos solo es posible en el área norte del Círculo Ártico y en la parte este de Groenlandia, conocida comúnmente como el “distrito de los trineos de perros“. Aquí, Sisimut y Kangerlissuaq son los dos pueblos situados mas al sur sobre la costa oeste donde es posible andar en trineo tanto en invierno como en primavera.

Los mejores meses son en febrero, marzo y abril. En verano podemos hacerlo en Qeqertarsuaq, en la Isla Disko a una altura de 700 u 800 metros, en Lyngmarksbraen. Si bien  estos trineos todavía son un importante medio de transporte local, con cientos de años de existencia, ya son turísticos también así que no te los pierdas.