Argentina es famosa por la calidad de su carne vacuna. El asado es el plato nacional, servido a punto y luego de horas de cocción en la parrilla.

Poniendo a prueba su prestigio, el país sudamericano se ha animado a preparar el asado más grande del mundo. La ciudad de General Pico, en la provincia de La Pampa, fue el lugar elegido para llevar adelante la hazaña. Un mediodía soleado, 90 expertos en la materia comenzaron a trabajar en él, poniendo a prueba sus destrezas y habilidades.

Los preparativos comenzaron a las seis de la mañana, cuando empezaron a armar las cruces en las que luego se clavaría la carne. En total, fueron 948 costillares de vaca sumando 13.713 kilos que se asaron a fuego lento utilizando 25.000 kilos de leña. Trás varias horas, el asado estuvo a punto a las 14h cuando los 20.000 comensales degustaron la carne pagando poco más de un euro.

Un juez inglés fue el encargado de controlar la prueba y así fue como la Argentina superó a Uruguay, el país vecino, quien había batido el récord en asados en 2008.